Declarar Su Gloria
¡No es Tiempo de permanecer en silencio, es tiempo de declarar Su Gloria!
Como creyentes, hemos sido instruidos desde que comenzamos a dar nuestros primeros pasos espirituales, a que la oración, el estudio de la palabra y la adoración son herramientas fundamentales para construir una íntima y activa relación con nuestro Creador.
Sin embargo, los resultados serán diferentes mientras sea distinta la calidad del corazón de los que escuchan Su Palabra. Mateo 13: 1-8 nos habla de la parábola del sembrador y los diferentes terrenos en los que puede caer la palabra De Dios. Unos la van a rechazar, otros a aceptar hasta la primera aflicción, otros la recibirán, pero eventualmente no la tendrán como prioridad y pondrán otras cosas primero (afanes, riquezas, otros deseos), y finalmente, otros la mantendrán en un corazón bueno y recto llevando fruto. Este último, es el tipo de corazón que puede adorar en medio de tormentas. El que no calla, sino que adora, el que transforma desiertos en veranos, el que puede cambiar la tristeza en baile.
Cuando nosotros como Hijos de Dios, entendemos la importancia del porque adorar no importando las circunstancias, comenzamos a ser esa luz que disipa toda oscuridad y esos canales de bendición para que El Reino de los cielos se establezca en la tierra. “Dios de la creación, Padre de la Eternidad” mi declaración de quien es Dios para mí y lo que él representa, establece el gobierno al cual pertenezco, la autoridad a la cual me someto.
Así que no es tiempo de estar en silencio, es el tiempo de declarar quien es nuestro Rey y Señor para que el mundo entienda que, como ciudadanos del Reino de los cielos en la tierra, tenemos un Rey que es sobre todo y en todo, que no está limitado por enfermedades o distancias geográficas que es un Dios Todopoderoso, Omnipotente, Fuerte Dios, sanador, ¡Libertador, ese es nuestro Dios! ¡Bravo!
Oración:Hoy Respondo
Padre Celestial, Gracias por tu hijo Jesús,
perdoname por permitir que los afanes, riquezas
y deseos de este mundo me distraigan de tu voluntad.
Hoy necesito tu perdón y un nuevo comienzo para mi vida ,
determino adorarte en medio de tormentas y te hago el Señor
y Rey de mi vida. Amén